lunes, 6 de enero de 2014

Cómo convertir al estrés en tu amigo y el efecto boomerang

Hoy me he despertado con este correo:
Uno de los vídeos que tuve que ver para el curso de psicología que estoy haciendo fue este y me pareció muy interesante, así que lo comparte con ustedes. Es también bastante ameno (Especialmente en comparación con otros de psicología que me he tenido que tragar... )

TRAE SUBTÍTULOS EN ESPAÑOL
Es un correo de mi hijo Carlos en el que me envía un vídeo de un curso de Coursera que está haciendo. Tal día como hoy alcanza la mayoría de edad. Durante años he llenado su correo de mails buscando abrirle horizontes y ofrecerle diferentes propuestas para que desarrolle su propio currículum de vida, eligiendo las propuestas que le fueran resultando atractivas e interesantes.

Uno de mis mayores placeres, creo que lo he comentado alguna vez, es el de encontrarme su correo abierto y comprobar, no por invadir su intimidad, sino por placer, como algunos de mis correos permaneces cerrados y otros abiertos. 

De eso se trata, él es el que debe elegir. Yo sólo pongo a su alcance posibilidades, que él desarrollará o no en función de sus gustos, intereses o caminos.

Pero este correo marca una tendencia, quizás un cambio de rumbo.

Ya debo algunos post a sus correos de vuelta. Siempre me ha enriquecido, pero ahora comienza a devolverme algunas de las cosas que he tratado de darle. Es lo que yo llamo, en nuestra profesión, el pago diferido, interminable en el caso de la paternidad. Es el efecto boomerang que surge de nuestra plantación de dátiles, tanto en el terreno familiar como profesional. Incluso cuando la labor se torna más difícil, especialmente cuando es así.

Pasando al vídeo (por cierto, me ha gustado bastante) he de decir que me ha hecho reflexionar sobre el estrés en mi vida. Esa arcaica fiera indomable que nuestra vida moderna ha tornado en omnipresente. Es cierto que el estrés lo asociamos a cuestiones negativas. Pero, quién no ha vivido momentos en los que se encuentra embarcado en una aventura que le produce estrés, pero felicidad al mismo tiempo. 

De eso va este clarificador e interesante vídeo de Kelly McGonigal en TED con el que les dejo. Gracias, Carlos.


No hay comentarios: